Rincones llenos de historia

La casa en la que le proponemos disfrute de una agradable estancia en su próxima visita a la isla de Tenerife, fue construída a mediados del siglo dieciséis. Posteriormente, en 1795 el primer cura Párroco de la Villa de Arafo D. Antonio José Rodríguez de Torres fijó su residencia en esta casa. De ahí viene el nombre por el que todavía todo el mundo la conoce, Casa del Cura Viejo.

Con la rehabilitación llevada a cabo al objeto de posibilitar su oferta como alojamiento de Turismo Rural, se ha conseguido una distribución en tres apartamentos de dos plazas. Cada uno de los cuales dispone de cocina-comedor y baño en planta inferior y dormitorio en la superior.

La casa dispone además de un amplio salón de uso compartido para los tres apartamentos, provisto de chimenea, cómodos butacones, libros en varios idiomas sobre temas referentes a Canarias, teléfono, etc.

En su exterior encontrará un magnífico jardín, con todo el mobiliario necesario para su comodidad, tales como mesas, sillas y tumbonas; dispone además de piscina, barbacoa, solarium, aparcamiento propio… y una vista única al mar y a la montaña.

¿Qué hacer en Tenerife?

Si es usted aficionado a la práctica del senderismo, la casa rural Casa del Cura Viejo será su base para las más diversas posibilidades, caminará por valles y barrancos con destacados endemismos botánicos, en los que sus singulares paisajes estamos seguros resultarán de su total satisfacción.

Tendrá además la oportunidad de practicar el parapente, la vela y mucho más ya que Arafo está a “medio camino” de todo. Con ello podrá disfrutar de toda la naturaleza que ofrece la isla de Tenerife.

Desde este pueblo ubicado a 500 metros sobre el nivel del mar, en 15 minutos llegará a bellas playas de arena, y no tardará más de 45 minutos en desplazarse hasta el Parque Nacional del Teide.